En el siempre cambiante escenario argentino, la resiliencia del empresario pyme ha sido una constante. Hemos aprendido a navegar tempestades, a capearlas y a salir fortalecidos.
Sin embargo, hay un giro en el horizonte que me llama poderosamente la atención y que, creo, marca un antes y un después en la agenda de nuestros líderes empresariales.
Una encuesta reciente de la Asociación de Directorios Asociados (Adiras), realizada en diciembre de 2024, arroja un dato revelador: para el 37% de los empresarios, los principales desafíos de sus compañías son de índole interna.
Si sumamos el 35% que menciona una combinación de factores internos y externos, tenemos una mayoría contundente que pone el foco en lo que podemos controlar desde adentro.
Esto es un cambio radical si lo comparamos con 2