El autor de esta columna escrita para CIPER sostiene que “la actual no es una ‘crisis de seguridad’, sino una crisis social en una sociedad injusta, asustada, fracturada y cada vez menos libre. Una sociedad justa no garantiza, pero aumenta sus probabilidades de ser segura. La justicia social es condición de la seguridad, y no al revés. Las sociedades justas y democráticas son más seguras, y no al revés. La seguridad implica el autocuidado y el cuidado del otro, basados en la reciprocidad, la amabilidad, el respeto y en un rechazo enérgico a la cultura del castigo”.
Créditos imagen de portada: Lukas Solís / Agencia Uno
Vivimos en “sociedades del miedo”, donde esta emoción, lejos de ser meramente individual, se ha transformado en un fenómeno social generalizado que perturba la convivencia