El partido entre Independiente y Universidad de Chile, celebrado en el estadio Libertadores de América, se vio marcado por un estallido de violencia que dejó al descubierto serias fallas en las medidas de seguridad. Un informe previo al encuentro, elaborado por Conmebol y las autoridades de seguridad de la Provincia de Buenos Aires, había recomendado que se ubicara personal de la Policía y seguridad privada en la tribuna visitante. Sin embargo, estas recomendaciones fueron ignoradas por el club argentino.

El documento, revelado por el medio Doble Amarilla, indicaba que la Tribuna Sur Baja debía permanecer vacía para prevenir incidentes violentos. A pesar de esta advertencia, el club decidió no seguir la sugerencia, ya que las entradas para esa sección ya habían sido vendidas. "Durante la reunión previa se planteó la conveniencia de que no hubiera público en la tribuna inferior; sin embargo, se informó que esa localidad ya se encontraba vendida", se detalla en el informe.

Como medida preventiva, se sugirió que se asignara personal de seguridad en la tribuna visitante para evitar que los hinchas chilenos arrojaran objetos o causaran desorden. Sin embargo, esta medida no se implementó. No se dispuso de seguridad en el sector donde se encontraban los aficionados de Universidad de Chile, lo que permitió que se produjeran incidentes violentos.

La situación se tornó crítica cuando la barra de Independiente invadió la zona de los hinchas chilenos, agrediendo a varios de ellos. A pesar de que el informe mencionaba la presencia de 650 efectivos de la Policía de Buenos Aires, 150 miembros de seguridad privada y 14 funcionarios de la Aprevide, la intervención policial fue inexistente durante el ataque.

Además, se destacó que la Tribuna Sur Alta, que anteriormente contaba con alambrado perimetral, había sido despojada de estas medidas de seguridad tras la prohibición de la presencia de hinchas visitantes en el fútbol argentino. Esto dejó a los aficionados chilenos sin protección adecuada, lo que contribuyó a la escalada de violencia durante el partido.