
Durante años, las pantallas táctiles se vendieron como la gran revolución en el interior de los coches. Permitían salpicaderos más “limpios” y modernos, integrando decenas de funciones en un único panel. Sin embargo, este minimalismo ha ido demasiado lejos: acciones tan básicas como abrir la guantera o desempañar el cristal delantero en algunos modelos se han convertido en auténticos ejercicios de navegación digital, aumentando el riesgo de distracciones al volante .
Lo que parecía el futuro ahora se percibe como un problema . Fabricantes de todo el mundo están reculando y recuperando mandos físicos: botones, perillas, selectores y palancas vuelven a los salpicaderos. La tendencia ya tiene nombre: “rebotonización”. Y no solo afecta a los coches, también a dispositivos cotidianos en los que la comodidad del botón supera la frialdad de la pantalla.
Los estudios dictan sentencia
Los estudios avalan este regreso. Una investigación sueca de 2022 demostró que los conductores tardan bastante más en realizar tareas simples en pantallas táctiles que en vehículos con controles físicos . Otro análisis , realizado en Reino Unido en 2020 , reveló que interactuar con Apple CarPlay , Android Auto o los propios sistemas de infoentretenimiento reduce los tiempos de reacción de forma comparable a conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas.
La seguridad está en el centro del debate. Matthew Avery , director de desarrollo estratégico de Euro NCAP , advierte que “el uso excesivo de las pantallas táctiles obliga a los conductores a apartar la vista de la carretera y aumenta el riesgo de accidentes”. Por ello, a partir de 2026, las pruebas de Euro NCAP puntuarán negativamente a los vehículos que no dispongan de controles físicos para funciones básicas como el desempañado, incentivando así a los fabricantes a recuperar soluciones más intuitivas.
Este cambio, en parte impuesto, también responde a la experiencia práctica de los usuarios. Cada vez son más frecuentes las quejas sobre pantallas que “se congelan” o dejan de responder en coches con unos años de uso, un problema que compromete tanto la comodidad como la seguridad. En contraste, un botón físico rara vez falla en un momento crítico.
Los expertos aprueban el cambio
En la misma línea, Frank Mütze , experto en seguridad del European Transport Safety Council , subraya que “las directrices voluntarias de la UE no están funcionando”. Considera que la exigencia de Euro NCAP de volver a los controles físicos es un paso positivo, pero reclama normativas legales vinculantes para garantizar que la seguridad no dependa de las modas de diseño.
Actualmente, muchas funciones de seguridad se mantienen fuera de las pantallas: luces de emergencia, limpiaparabrisas, bocina o la llamada eCall cuentan con accesos directos. Sin embargo, otras esenciales como el desempañado del parabrisas ya han sido absorbidas por menús digitales en ciertos modelos, lo que preocupa seriamente a los reguladores.
No es un problema nuevo . Ya en 2008, la Comisión Europea recomendó que las pantallas en los coches no redujeran la seguridad vial . Sin embargo, con la búsqueda obsesiva de interiores minimalistas, se ha logrado lo contrario: enterrar funciones vitales en menús y submenús. Hoy, con la evidencia acumulada y la presión de los organismos de seguridad, el botón físico se perfila como la próxima gran innovación de la automoción.