La convivencia diaria en Canarias implica mucho más que adaptarse al clima o a las costumbres locales: la lengua y las expresiones propias juegan un papel fundamental . Así lo relata un residente peninsular, originario de Murcia, que lleva tres años viviendo en Tenerife y ha optado por incorporar progresivamente el vocabulario canario a su día a día , considerándolo una muestra de respeto y enriquecimiento mutuo.

En su testimonio, el protagonista explica que, aunque mantiene su acento murciano –el cual considera parte de su identidad y que no siente la obligación de modificar–, desde el primer día en la isla comenzó a utilizar palabras típicas canarias como “guagua”, “cholas” o “gaveta” .

Para él, la adaptación al léxico local es una muestra de respeto hacia la cultura qu

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