POR: VICENTE ANTONIO ZEBALLOS SALINAS
Si alguien pensaba que la decidida actitud de la presidenta del Poder Judicial, Yanet Tello, en su mensaje por el Día del Juez —quien de manera directa y pública confrontaba los frágiles y condescendientes argumentos de la autógrafa de la ley de amnistía— podría conminar a la presidenta Boluarte a no promulgarla, fue un grueso error de percepción; pues no solo la promulgó, sino que lo hizo con la mayor magnificencia y publicidad.
Una pregunta inmediata y natural es: ¿qué motivó este reposicionamiento y cambio abrupto en la presidenta, de una acérrima defensora de los derechos humanos —con mayor razón cuando alega para sí ser “mujer y provinciana”— a una manifiesta encubridora y protectora de quienes, ostentando una autoridad, se colocaron en el lugar