Querida y respeta por igual por sus compañeros y por su alumnado. Considerada «una gran maestra en el sentido más amplio de la palabra». Una persona «positiva», de buen criterio y cordial. Una docente implicada, de las que «no pasaba de largo si había un problema». Así era Teresa Miñambres Becerra, fallecida el pasado sábado a los 93 años.

Profesora agregada de Física y Química, se incorporó al cuerpo docente del IES Jovellanos de Gijón en el año 1977, cuando tenía 45 años, y en ese centro dio clases hasta su jubilación, a finales de los 90. Su viudo, Carlos Gómez San Román, también fue profesor de la misma materia en el instituto. El matrimonio no tuvo hijos.

Teresa Miñambres era la mayor de los tres hijos de un matrimonio de maestros –él de Zamora, ella de Sevilla– que se habían cono

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