La historia de Luis David, el pequeño escultor de Caja de Agua, en Barquisimeto, que moldea el barro para darle forma a sus sueños, ha conmovido a gran parte del país. Desde que publicamos su primer reportaje, su talento y humildad han traspasado fronteras, llegando hasta oídos de otro gran artista venezolano: Josué Benjamín, de El Mundo de Plastilina.

Josué, un ejemplo viviente de que la pasión y el trabajo duro rinden frutos, invitó a Luis David a su galería en Caracas para que pudieran crear esculturas juntos. Un gesto hermoso de un artista que ya ha recorrido un largo camino y quiere tenderle la mano a quien está dando sus primeros pasos.

Sin embargo, a pesar del entusiasmo, Luis David no pudo viajar a la capital para el encuentro. Pero lejos de sentirse desanimado, su reacción nos d

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