El escándalo se resiste a abandonar los pasillos de Buckingham, incluso cuando sus protagonistas no pasan por ellos. La polémica viene intrínsecamente asociada a los movimientos de la familia real británica, pues todos sus miembros tienen sus propios líos a los que rendir cuenta, unos ante la justicia y otros ante el pueblo . Y de esto no se libra ninguno. Ni tan siquiera el , que trata de servir de ejemplo tras ocupar un trono que se le ha resistido demasiado tiempo y que ha cogido poco después de comenzar su batalla contra el cáncer. Pero también con su propio temperamento, del que se habla mucho .
El se ha ganado a pulso ser el , por sus feos asuntos con menores de edad que le han costado líos en los tribunales con su amigo Epstein, así como otros desmanes económicos y otros muchos