Sentir rechazo , incomodidad o incluso ansiedad frente a la visión o el contacto con un ombligo es más común de lo que parece, aunque pocas personas lo confiesan por vergüenza. Este miedo no se limita solo al propio cuerpo: también puede aparecer al ver el ombligo de otras personas o incluso en imágenes.
La psicología señala que la onfalofobia suele estar asociada a experiencias traumáticas en la infancia, creencias culturales, tabúes o simplemente a la sensibilidad con determinadas partes del cuerpo.
Síntomas más frecuentes de la onfalofobia
Ansiedad o malestar al ver o tocar un ombligo.
Evitación de situaciones en las que pueda aparecer un ombligo (playa, ropa corta, películas).
Pensamientos obsesivos relacionados con el ombligo.
Sensaciones físicas como sudoración, palpita