La terminó con un desenlace tan inesperado como doloroso: la retirada de Jannik Sinner , agotado y enfermo, cuando apenas se habían disputado unos juegos contra Carlos Alcaraz . El italiano, número uno del mundo, no pudo soportar las duras condiciones de calor y humedad, agravadas por un proceso febril que arrastraba desde la víspera. La decepción se reflejaba en su rostro, con lágrimas que no pudo evitar y en sus palabras durante la ceremonia de entrega de trofeos, donde se dirigió primero al público con una sinceridad que conmovió a todos.
Sinner, destrozado
“Normalmente empiezo por el rival, pero hoy voy a empezar por vosotros”, arrancó Sinner con la voz entrecortada. “Lo siento muchísimo por haberos decepcionado. Desde ayer no me sentí bien, pensaba que podría mejorar durante l