Fue la final que nadie hubiese pronosticado. Entre todas las predicciones, ninguna presagiaba que la final del Masters 1.000 de Cincinnati durase 23 minutos y que Jannik Sinner se retirada, dando el título de campeón a un Carlos Alcaraz, que ya lleva seis entorchado este año, el mejor de su carrera.

Con 5-0 en contra y con la sensación de que algo no iba a bien, por cómo se movía en la pista, por cómo transpiraba y porque era incapaz de meter una pelota en pista, Sinner decidió retirarse y aguar la fiesta a los miles de personas presentes en Cincinnati que, lejos de empatizar con el italiano, que claramente no podía seguir en condiciones, le abuchearon mientras el juez de silla comunicaba su decisión de retirarse.

El decimotercer enfrentamiento entre estos dos colosos fue de largo el peo

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