La zona de la Costanera porteña era la que elegida. Él sabía a dónde ir a levantar pasajeros que cumplieran con la condición básica para lograr su cometido : haber perdido los reflejos por el alcohol después de una noche de fiesta. Y, entonces, no saben los investigadores si aprovechaba la somnolencia para robarles las billeteras, pero de algo están seguros, al que se le caían en el coche las tarjetas de crédito y débito no se las devolvía, se las explotaba.
Tras una investigación de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°5 porteña Especializada en Ciberfraudes se logró dar con el sospechoso luego de que una víctima denunciara que en noviembre pasado había dejado su billetera en un taxi y le habían aparecido compras no autorizadas .
Cuando allanaron al sospechoso se