En las profundidades de las cuevas de México , un pequeño pez ha logrado lo que para muchos sería impensable: perder la vista como una necesidad evolutiva y, a cambio, desarrollar una serie de adaptaciones que fascinan a la ciencia.
Los tetras originarios de México , conocidos por su capacidad de habitar tanto en ríos y lagos como en ambientes subterráneos, han evolucionado hasta prescindir de sus ojos en la oscuridad tota l, un fenómeno que ilustra la plasticidad de la evolución y podría aportar pistas para el tratamiento de enfermedades humanas como la obesidad y diabetes .
Estos peces cavernícolas , según publicó Knowable Magazine, en la superficie lucen como cualquier otro tetra, pero en las cuevas presentan un aspecto radicalmente distinto: su piel es pálida y carecen