Tres años y medio después de la invasión rusa de Ucrania, la guerra en Europa podría estar llegando a su fin. En ello han coincidido, en una inédita cumbre en la Casa Blanca, los principales mandatarios europeos y de la OTAN, reunidos en la Sala Este de la residencia presidencial junto a Donald Trump y el líder ucraniano, Volodímir Zelenski. Lejos de la tensión acontecida en febrero, cuando Zelenski salió expulsado a gritos, ha reinado la cordialidad y la diplomacia en su reunión bilateral previa, a la que el presidente del país invadido ha acudido en traje, sin su habitual atuendo militar, y de la que se ha ido con un importante compromiso de Trump: garantías de seguridad tras la guerra.
“Creo que, si todo sale bien hoy, tendremos una trilateral”, ha dicho Trump en declaraciones ante los