Las palmas se expanden por el aire del piso de Santa Coloma de Gramanet donde nos hemos citado con el mayor cantaor de todos los tiempos, Camarón de la Isla, a quien sorprendemos, a sus 74 años, arrancándose por bulerías en medio de un improvisado jaleo en el que participa la familia de su gran amigo, el ATS José Candado, con quien convivió un tiempo en este mismo apartamento. La gente le pide que baile y él responde riendo que no, “que lo hago muy malamente”. Al llegar los periodistas, todo se calma y el maestro, ataviado con una chaqueta tejana, se dispone a responder las preguntas, sin dejar de mascar chicle. “No me pregunte mucho, que yo no hablo muy bien”, dice José Monje Cruz. Hablar, no habla mal, pero muy corto, con un débil hilillo de voz, moteado de carraspeos. Esta noche, actuar

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