Donald Trump volvió a colocarse este lunes en el centro de la escena internacional al reunir en la Casa Blanca a Volodimir Zelenski y a varios líderes europeos con la promesa de avanzar en un acuerdo de paz para Ucrania. Sin embargo, el eje del debate no fue tanto el fin inmediato de la guerra como el futuro de la seguridad ucraniana y, sobre todo, su aspiración de ingresar en la OTAN, una posibilidad que el presidente estadounidense descartó con contundencia.

El encuentro, celebrado apenas días después de la cumbre en Alaska en la que Trump recibió con honores a Vladimir Putin, generó expectación en las capitales europeas. Los líderes de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Finlandia y la Comisión Europea viajaron a Washington para respaldar a Kiev y asegurarse de que la voz de Zelens

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