La volatilidad en el mercado cambiario comenzó a fines de junio y se profundizó en la segunda semana de julio, tras el fin de las LEFI. Esa dinámica llevó al equipo económico a responder con subas de tasas y el Banco Central incrementó los encajes para absorber la liquidez excedente. Este lunes, finalmente, el Gobierno logró captar todos los pesos en manos de los bancos, y el mercado de dinero —que llegó a operar con tasas cercanas al 80%— podría empezar a reacomodarse.

El mes largo de tensión dejó dudas entre los actores de la city por maniobras bruscas, que sorprendieron por el giro en la política monetaria. Pero también dejaron una certeza: en la previa electoral, se hará todo lo necesario —y más— para contener al dólar. Además, este período de turbulencia permitió ver qué

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