La idea de que “comer de todo un poco” es clave para la salud puede sonar muy general, pero existe una estrategia que lo simplifica: el plato arcoíris . Se trata de llenar tu plato con alimentos de distintos colores, ya que cada tono está asociado a nutrientes específicos y beneficios para el cuerpo.

Más que una moda, este hábito es una herramienta práctica que puede ayudarte a mejorar tu digestión, fortalecer el sistema inmune y prevenir deficiencias nutricionales .

¿Qué aporta cada color en tu plato?

La recomendación es que en cada comida incluyas la mayor variedad de colores posible. Aquí una guía rápida:

Rojo (jitomate, fresas, sandía, pimientos): ricos en licopeno , un antioxidante que protege el corazón y la piel.

Naranja/Amarillo (zanahoria, calabaza, mango, plátano): c

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