La presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña Hernández, clausuró este martes la última sesión del Pleno, marcando el fin de un periodo que comenzó hace más de 30 años. En un emotivo mensaje, Piña afirmó: “La sociedad y la historia misma nos juzgarán a quienes hemos juzgado”.

Durante su discurso, la ministra destacó la importancia de la SCJN como el máximo garante del orden jurídico y un bastión de la democracia. Afirmó que el legado de la Corte se ha construido a través de sentencias y resoluciones que han protegido los derechos fundamentales y promovido la progresividad de los derechos humanos.

Piña Hernández subrayó que no le corresponde a ella evaluar el impacto de su trabajo, sino que serán las sentencias las que hablen por sí mismas. “La congruencia, la ética, el trabajo, la perseverancia, la excelencia, la honradez y la dignidad son y serán la mejor carta de presentación ante el escrutinio de la historia”, expresó.

La sesión, que duró aproximadamente una hora y media, estuvo marcada por la presencia de trabajadores de la Corte y un ambiente de nostalgia. Sin embargo, las ministras Yasmín Esquivel y Lenia Batres no aplaudieron al finalizar el discurso, lo que generó un contraste con el resto de los presentes.

El 31 de agosto se extinguirá esta SCJN, que ha sido criticada por su relación con el Poder Ejecutivo, y el 1 de septiembre comenzará una nueva etapa con ministros electos por voto popular. La próxima semana, el 26 de agosto, se llevará a cabo una sesión solemne para rendir informes de actividades, donde Piña y otros ministros presentarán sus logros.

La ministra presidenta concluyó su mensaje agradeciendo a todos los presentes y reconociendo el trabajo de quienes han sostenido la labor del tribunal en silencio. La SCJN, que ha sido un pilar en la defensa de la democracia, se prepara para un cambio significativo en su estructura y funcionamiento.