En la era de las bebidas azucaradas nuevas investigaciones advierten sobre un riesgo muchas veces subestimado: la azúcar líquida. A diferencia del azúcar presente en los alimentos sólidos, que se consume a través de jugos artificiales, gaseosas o bebidas energizantes, parece tener efectos más agresivos para la salud.
BUENOS AIRES.- El principal problema es que, al estar disuelta, el cuerpo la absorbe con mayor rapidez, elevando bruscamente los niveles de glucosa en sangre. Esta respuesta metabólica repentina activa mecanismos que, a largo plazo, pueden dañar órganos vitales como el hígado y el páncreas.
Además, la azúcar líquida no produce sensación de saciedad. Mientras que un alimento sólido suele avisar al cuerpo que ya se comió suficiente, una bebida azucarada pasa casi desapercibid