Ellie Koerner y Dawson Nailor compartían mucho más que la vocación por la medicina cuando coincidieron en una actividad social organizada por el Philadelphia College of Osteopathic Medicine . Nailor observó a Koerner con la certeza de haberla conocido antes. Tras preguntarle su nombre y escuchar “Ellie”, asoció de inmediato ese momento con una etapa decisiva de su niñez y lanzó una pregunta sorprendente: “¿Tuviste leucemia ?” .
El impacto fue inmediato: los ojos de Koerner se abrieron por completo y confirmó sus sospechas. Nailor agregó: “Nos trataron juntos”, dejándola en silencio. Poco después, ambos enviaron una fotografía a sus madres, quienes, al verla, también se reconocieron de inmediato.
Infancias unidas por la leucemia y separadas por el destino
El destino de Koe