El Patronato de Protección a la Mujer fue una institución franquista que hasta 1984 ejerció un férreo control patriarcal sobre aquellas “mujeres caídas o en riesgo de caer”, consideradas menores de edad hasta los 25 años, que no comulgaban con la moral del régimen. Sobre este mecanismo de represión que dependía del Ministerio de Justicia, habla Ruega por nosotras , la nueva película de Daniel Monzón.
Tras siete semanas en Vizcaya el equipo se ha trasladado ahora a Barcelona, concretamente a la escuela Collaso y Gil, convertida para la ficción en el Centro de Observación y Clasificación. “Era una especie de comisaría llevada por monjas donde recibían a las chicas que traía la policía o los padres que consideraban que sus hijas debían ser encauzadas y en este espacio se clasificaban. Les