El calor del sur de Gran Canaria envolvía la casa de Anabel Pantoja cuando la rutina familiar se transformó, de repente, en celebración. La creadora de contenidos, recién llegada de un crucero por el Mediterráneo con David Rodríguez y su hija Alma, pensaba que sus vacaciones habían encontrado por fin la calma.

Pero la calma se rompió con una visita inesperada: la llegada de Belén Esteban y Miguel Marcos , que aparecieron en Arguineguín sin previo aviso, como quien cambia el rumbo de la historia con una sonrisa.

“No me preguntéis cómo, pero acaban de aparecer a darnos una sorpresa ”, confesaba Anabel en Instagram, compartiendo una imagen de ambas brindando, cómplices, en uno de esos reencuentros que parecen escritos para el verano.

Un verano de ilusión para Anabel

Para Anabel,

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