El piano suena allá, a la izquierda del escenario en el que el maestro Fernando Tomé dirige. El sonido estalla en las cuerdas pero rápidamente lo coloniza todo, envuelve, abraza al público que esta noche ocupó casi todas las dos mil butacas. Pero cuando los miembros del Coro Polifónico Nacional entonan la pieza Zigeunerleben (Vida de gitano) op. 29 nº3 de Robert Schumann, entonces sus voces retumban no ya afuera, en el aire de esa sala, sino dentro del propio pecho de cada espectador. La música late .

Por patria, el universo: canciones, ópera y danza de inspiración gitana, espectáculo del Coro Polifónico Nacional, el Coro Nacional de Niños, actores y bailarines en el Palacio Libertad. Foto: gentileza prensa Elencos Estables.

El fenómeno es poderoso. Esos casi noventa ar

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