Lo último que necesitaba Naomi Barrales era un retraso de 30 minutos en el tren.
Aún le faltaban dos horas de viaje para llegar a su casa en el centro de Nueva Jersey.
Para matar el tiempo, decidió darse un gusto y comprarse dos galletas veganas de torta de cumpleaños.
Se convirtió en un ritual.
Cada vez que Barrales, de 25 años, asociada de marketing de una marca de moda, tenía un buen día en el trabajo, porque había recibido un cumplido de su jefe o le había ido muy bien en una presentación, se recompensaba comprando esas galletas.
Angelina Aileen, que se compró suplementos por valor de 350 dólares como forma de cuidarse, en su casa de Midtown Manhattan, el 13 de agosto de 2025. Parece que cualquier excusa es buena para que los jóvenes se den un capricho, ya sea suspender un examen,