Construir máquinas que puedan ejecutar tareas para las cuales se requiere inteligencia humana ha implicado una mezcla de computación, fisiología y filosofía y, por supuesto, robótica. El propósito que persiguen es lograr que se adapte al método de razonamiento y comunicación humanos para que pongan en práctica no sólo los algoritmos que el hombre le introduzca sino establecer los suyos propios. En pocas palabras, hacer de la computadora un ser (domi)pensante.
Muchos creen que la capacidad de los microchips de un circuito integrado se duplicará cada dos años y que este crecimiento permitirá procesar la información a tal velocidad que inauguraría la era de las máquinas ultra inteligentes, definidas como la capaces de superar las actividades intelectuales de cualquier ser humano, lo que sign