Ismael Ledo asegura no creer mucho en los milagros, pero este ganadero del concello pontevedrés de Dozón reconoce haber presenciado uno en directo el pasado martes. El avance de las llamas había cercado por completo una de sus explotaciones porcinas en la que cuenta con 600 cabezas de ganado. «El fuego nos rodeaba por completo, hubo un momento en el que tenía claro que iba a arder todo», admite. No obstante, en ese momento cuando Ledo prácticamente lo daba todo por perdido se obró el prodigio. «Llegaron unos vecinos con un tractor y una pala y, con las cisternas de purín, nos pusimos a regarlo todo y logramos frenar las llamas», explica.

El ganadero dezano, con la voz quebrada, se muestra muy agradecido con sus vecinos. « Si no llega a ser por ellos, arde todo . Aquí efectivos público

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