El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha iniciado el proceso para terminar el Acuerdo Binacional Migratorio con Venezuela, mediante un decreto ejecutivo emitido en marzo de 2025. Este acuerdo, firmado en 2011 durante el gobierno de Rafael Correa, tenía como objetivo fortalecer las relaciones entre ambos países y facilitar la regulación de los migrantes.
A mediados de agosto, la Comisión de Relaciones Internacionales y Movilidad Humana de la Asamblea Nacional aprobó un informe que permitirá que este asunto sea debatido en el pleno en las próximas semanas. Si se concreta la derogación del estatuto, la entrada de ciudadanos venezolanos se restringirá a una visa de turista de 90 días, sin posibilidad de extensión ni de regularización automática después de 180 días.
Esta medida podría complicar la situación de miles de migrantes venezolanos en Ecuador. Representantes de la comunidad venezolana han expresado su preocupación, advirtiendo que la eliminación del estatuto migratorio podría aumentar la informalidad laboral y limitar el acceso a derechos básicos como salud, educación, cuentas bancarias y seguridad social. La situación se presenta como un desafío significativo para los migrantes que buscan estabilidad en el país.