
La oleada de incendios que asolan España estos días no solo ha traído consigo destrucción medioambiental, daños materiales y personales, sino que también ha favorecido la proliferación en redes sociales de numerosos bulos y mitos climáticos que se extienden fugazmente entre usuarios. Desde la existencia de organizaciones criminales hasta la idea de que la mayoría han sido provocados por pirómanos, la mayoría de bulos se repiten cada año, a pesar de haber sido desmentidos por organizaciones como Greenpeace o WWF.
1. “Existe una trama criminal organizada detrás de los incendios”
Se suele hablar de mafias, terrorismo incendiario o tramas organizadas que provocarían fuegos de manera coordinada. Sucedió en 2017 con los incendios en el noroeste ibérico o en Galicia en 2006. De hecho, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a hablar de terrorismo para referirse a esta ola de incendios. Sin embargo, como remarca WWF, los informes de la Fiscalía, tanto en 2006 como en 2017, descartaron la existencia de organizaciones criminales complejas dedicadas sistemáticamente a prender fuego a montes. La mayoría de los actos son resultado de elevada intencionalidad individual, negligencias, conflictos sociales y problemas vinculados al abandono rural.
2. “Quieren recalificar los terrenos quemados gracias a la reforma de la Ley de Montes”
Tras la reforma de 2015 , se popularizó la creencia de que ahora se permite recalificar y construir en suelos quemados, incentivando así los fuegos por especulación urbanística. Lo cierto es que el cambio de uso forestal tras un incendio mantiene una prohibición de 30 años, salvo excepciones muy restringidas y nunca aplicadas, incide Greenpeace. Sólo un ínfimo porcentaje de incendios guarda relación con cambios de uso del suelo y no se han detectado intereses especulativos en zonas quemadas desde esa reforma.
3. “Hay que incrementar las penas para frenar los incendios”
Se afirma reiteradamente que la ley es blanda y que endurecer penas frenaría los incendios. En España, ya existen penas de hasta 20 años de prisión para los autores. El problema real radica en la escasa identificación y condena de los causantes (alrededor del 9%), más que en la ausencia de castigo. La solución, inciden los especialistas, requiere mejores recursos de investigación y justicia, no castigos más duros.
4. “Los pirómanos son los principales responsables”
Existe la percepción de que la mayoría de incendios son obra de pirómanos. Sin embargo, sólo una mínima fracción (alrededor del 10%) de los incendios tiene detrás personas que sufren piromanía. La RAE lo define como una “tendencia patológica” a la provocación de incendios. La mayoría de las veces, los incendios no son responsabilidad de individuos con problemas de salud mental, sino que se deben a causas humanas motivadas por conflictos, negligencias o uso tradicional del fuego en actividades rurales.
5. “Los incendios son intencionales, el cambio climático no tiene nada que ver”
Habitualmente se utiliza el argumento de los pirómanos para desdeñar o desmentir la influencia del cambio climático en los incendios, o directamente negar su existencia. Independientemente del origen del fuego, los científicos han documentado cómo el calentamiento global y la modificación de ciertas condiciones ambientales no solo propician sino que intensifican el poder destructivo de los incendios. Se han hecho cada vez más habituales las olas de calor, los grandes periodos de sequía y también las sequías flash , como las denominan los expertos, un episodio directamente relacionado con los fuegos de este año. Ocurre cuando un calor severo y repentino seca la vegetación y el suelo de manera inusualmente rápida, lo que crea las condiciones para que las plantas ardan con alta intensidad y con una gran velocidad de propagación.
6. “Los incendios son inevitables por el cambio climático”
La siguiente vertiente de bulos respecto del cambio climático es la idea de que no hay nada que hacer, porque los incendios no se pueden evitar. Aunque el cambio climático intensifica las condiciones de riesgo –más olas de calor, sequías, biomasa seca– no es cierto que los incendios sean inevitables ni que sean culpa exclusiva del clima. La mayoría de fuegos, hasta en un 95%, tienen causas humanas evitables. La gestión forestal, prevención, y cambio de usos del suelo pueden reducir los riesgos significativamente. Los expertos destacan la paradoja que supone que España siga gastando mucho más en extinguir los incendios que en evitar que se produzcan.
7. “Las áreas protegidas arden más que otros montes”
Otra desinformación recurrente es que proteger zonas naturales agrava los incendios por “exceso de conservación”. En realidad, menos del 14% de los incendios afectan a espacios protegidos y la mayor parte de estas áreas no presentan riesgos elevados frente al fuego. Los incendios suelen estar asociados al abandono y ausencia de gestión, no a la protección ambiental excesiva. Como recuerdan organizaciones medioambientales, el 73% de los municipios españoles tienen parte de su territorio dentro de algún tipo de área protegida, de manera que los espacios protegidos pueden verse afectados por incendios forestales que comienzan en zonas próximas y, sin embargo, no son responsables de la evolución de los grandes incendios forestales.
8. “El fuego es siempre positivo y natural”
En ocasiones se afirma que todos los incendios son un fenómeno climático natural e incluso beneficioso. Si bien hay fuegos naturales, la magnitud, frecuencia e intensidad actuales se deben a la acción humana y abandono rural. Además, los llamados incendios de sexta generación son extremos y devastadores , inviables para la recuperación natural de muchos ecosistemas.
9. “La Agenda 2030 prohíbe limpiar los montes”
En el ejercicio de buscar culpables, muchos bulos señalan a la Agenda 2030 como principal responsable. Sin embargo, ésta no prohíbe limpiar los montes ni impide la gestión forestal ya que no es una ley, es un marco regulador que establece metas generales de sostenibilidad y, por lo tanto, no regula prácticas concretas como la limpieza de los montes.
Asimismo, la Ley 43/2003 establece que limpiar los montes es una obligación legal para prevenir incendios.
10. “Solo arde el Oeste porque coincide con el mapa de las tierras raras en España”
Las conspiraciones son también un clásico en lo que respecta a la expansión de bulos y mitos climáticos. Una de las que más está triunfando es la idea de que los incendios guardan relación con los yacimientos de tierras raras y los intereses del mercado chino en la península.
Esta afirmación carece de pruebas que la sustenten y guarda más relación con la existencia de una superficie mayor de bosques y áreas naturales en dichas zonas, la propia inversión en medios de prevención y extinción de incendios, así como la despoblación y abandono de la explotación agrícola.