La historia de la abreviatura del sustantivo ‘número’ (del latín ‘numerus’) es más antigua que la de la imprenta, que se inventó hace unos seiscientos años. En la Antigüedad, se empleaba en diversas inscripciones sobre piedra, papiro o pergamino con el fin de ahorrar espacio.
Esta práctica fue heredada por el español escrito, hace más de mil años. En el siglo XIII se registró la abreviatura ‘nro’ en los manuscritos notariales. Con la imprenta del siglo XVI, se fijó la forma moderna ‘n.º ’ en los documentos impresos. En el siglo XVIII, el ‘Diccionario de autoridades’ recogió oficialmente la forma ‘núm’.
¿Cómo debemos escribir hoy la abreviatura de ‘número’? Aunque en los documentos jurídicos insisten en usar la forma ‘Nº’, con mayúscula inicial y sin punto, esta es inadecuada. La Real Ac