En una jugada ninja pero masticada de urgencia entre casi toda la oposición -kirchnerismo y dialoguistas-, la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, que comanda la peronista disidente Alejandra Vigo , (Córdoba) acordó avanzar con un dictamen -cuyo texto no está cerrado ni presentado, lo cual es insólito- para quitarle al Gobierno libertario una herramienta clave de cara al recambio legislativo del 10 de diciembre próximo: modificar la vigencia y validez de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) .
Para tener una idea de lo que, en principio, consensuó la oposición, los DNU pasarían a tener un plazo de 30, 60 o 90 días para ser aprobados sin excepción por Diputados y el Senado . En la actualidad, si ambas Cámaras no lo rechazan -sin registro de tiempo-, los mismos