Soy de la opinión que las autoridades educativas del país por iniciativa propia o quizá por presiones extranjeras, modifican o imponen ciertos criterios que puedan rezagar avances, por ejemplo, de estudiantes mexicanos. En este sentido quizá no deban ‘saber mucho’ y hay que limitar el aprendizaje de alguna forma.

La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de la Educación Superior en México (ANUIES), por ejemplo ‘recomendó’ hace algunos años, disminuir entre uno y hasta tres semestres de estudio a las instituciones miembro.

Ahora tenemos universitarios que van a clases de lunes a jueves o viernes, pero apenas unas tres o cuatro horas. Incluso se da el caso que van mañana y tarde con el consecuente desequilibrio financiero que muchas veces provoca la deserción y ausentismo esc

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