La Auditoría Superior del Estado (ASE) acaba de confirmar lo que muchos ya sospechaban: más del 90% de las cuentas públicas 2021 reabiertas de municipios y organismos operadores de agua, todas heredadas del sexenio de Francisco García Cabeza de Vaca, están reprobadas.

Lo que en su momento fue aprobado al vapor por una mayoría panista en el Congreso, hoy se exhibe como un verdadero cochinero financiero.

La ASE encontró violaciones en lo más básico: gastar dinero sin autorización, desviar recursos y, sobre todo, desfalcos en el capítulo de recursos humanos.

En otras palabras: nóminas infladas, aviadores y simulaciones.

El titular de la ASE, Francisco Noriega Orozco, fue claro: la administración pasada dejó cuentas inaceptables.

Y aunque aún no se revela el monto global de las observacio

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