CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A tres meses del asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz Vega, colaboradores cercanos de la jefa de Gobierno Clara Brugada, las autoridades locales y federales presentaron un relato minucioso de la logística del crimen: vehículos de vigilancia, seguimientos cotidianos, un intento fallido y hasta la sustitución de roles entre los agresores.
Sin embargo, el despliegue de datos contrasta con un vacío central: el móvil sigue sin conocerse.
De acuerdo con la información revelada por las autoridades, los funcionarios fueron vigilados previamente por los delincuentes en varias ocasiones durante el mes de mayo, incluso compartieron que el homicidio pudo haber ocurrido una semana antes, el 14 de mayo, pero ese día Ximena Guzmán no se presentó a recoger a José Muñoz para