Creado: 21.08.2025 | 03:30

Actualizado: 21.08.2025 | 03:30

Es una imagen habitual de cada verano. Paseantes que han huído de la ciudad en busca del contacto con la naturaleza, ataviados como si se acabasen de escapar de la sección de alta montaña del Decathlon, miran las fincas abandonadas y tomadas por rebolledas ahogadas por sus tísicos retoños, desordenadas y enjutas encinas y escobas y zarzas escurridas que crecen sobre hierbas que amarillean con un mes de antelación paran su marcha, hacen fotos con sus móviles que etiquetarán como #naturaleza o #vida y comentarán cómo la naturaleza se regenera y vuelve a tomar lo que es suyo. La estampa, idílica para algunos, se dará un baño de realidad cuando se crucen con la paisana vestida de diario, dando el paseo que le recomendó el médico

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