Desde el auge del estilo farmhouse hasta la obsesión por los espacios abiertos y el minimalismo extremo, la generación millennial dejó su huella en miles de hogares. Pero como todo en diseño, las tendencias en decoración cambian, y lo que alguna vez fue sinónimo de modernidad hoy empieza a quedar fuera de juego.

La decoración actual se mueve hacia una estética más cálida, personalizada y con guiños nostálgicos reinterpretados. Ya no alcanza con seguir fórmulas prefabricadas: lo que se busca ahora es autenticidad, mezcla de estilos y una conexión más emocional con el espacio.

En este nuevo escenario, algunas tendencias que marcaron a los millennials están siendo reemplazadas por propuestas más sofisticadas y con carácter.

El monocromo rosa, una estética que ya no enamora

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