¿Es posible que un fenómeno astral marque el inicio de una transformación interna significativa? ¿Puede una luna que no se ve abrir un ciclo de renovación emocional y espiritual? La astrología sostiene que sí. Y este mes de agosto, la llamada Luna Negra se manifiesta en el signo de Virgo, activando lo que muchos astrólogos denominan un “portal energético” de alto impacto.
Lejos de ser un evento menor, representa un momento de vacío fértil, donde lo invisible cobra protagonismo. Su energía, sutil pero poderosa, invita a la introspección, al cierre de ciclos y a la reconfiguración de prioridades. En un contexto astral marcado por tensiones entre Saturno y Urano, este fenómeno se presenta como una oportunidad para revisar estructuras internas y dar paso a cambios profundos en cada uno d