WASHINGTON (AP) — La ofensiva policial del presidente, Donald Trump, en Washington se amplió el miércoles y altos cargos de su gobierno visitaron a las tropas de la Guardia Nacional para apoyar un despliegue que ha hecho que partes de la capital de Estados Unidos parezcan territorio ocupado. La ira y la frustración se extendieron por la ciudad mientras el vicepresidente alababa una operación que, según él, ha "restablecido en parte de ley y el orden".

La tensa situación, que comenzó hace más de una semana cuando Trump tomó el control del departamento de policía local, parecía preparada para una escalada de enfrentamientos entre los residentes que dicen sentirse bajo asedio y las fuerzas federales que llevan a cabo la visión del presidente de militarizar la aplicación de la ley en ciudades

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