Con la detención de un menor de 14 años que disparó contra una pareja de jóvenes, acabando con la vida de uno de ellos, en el Callao, se resolvió un nuevo crimen por sicariato, pero hay otras aristas que continúan pendientes y obligan a una pregunta: ¿ Cómo llegan las armas a manos de estos delincuentes?

Las consultas a distintos especialistas dejan en claro que no hay una respuesta concreta. La cuestión es por qué no existen investigaciones específicas sobre la ruta de las armas de fuego a disposición de bandas criminales.

Por qué no hay herramientas para un abordaje integral de esta pieza clave de los problemas de seguridad pública.

Tampoco hay claridad para definir si se trata de un mercado precario y fragmentado, de una red de tráfico de armas consolidada o bien de ambas.

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