Las cadenas de supermercados aseguran que tratan de contener los aumentos de precios que vienen, aguas abajo, desde la industria. Las ventas están 5% abajo en volumen en la comparación interanual, con una inflación en julio de 36,6% en la misma medición.
En este contexto, el sector se suma a los distintos rubros empresariales que piden bajar los impuestos nacionales y provinciales y las tasas municipales. El precio de los productos en góndola, en promedio, contienen un 50% de participación de impuestos y tasas de los tres niveles de gobierno; los que menos tienen suman 35% a 38%, y los de mayor carga fiscal superan el 60%. Para que haya una reactivación de las ventas, aseguran, habrá que bajar los precios y, para eso, se necesita reducir impuestos.
“En los supermercados estamos esperando