La magnitud de los fuegos, su simultaneidad y la presión sobre los equipos de extinción han creado una situación inédita que obliga a repensar el modelo de prevención y respuesta . Pero, ¿estamos ante el peor verano de la historia en materia de incendios forestales?
Federico Grillo, experto en incendios forestales y vocal del Colegio de Ingenieros Forestales , lo resume con claridad: "En el año 1994 se quemaron medio millón de hectáreas. Ahora ya vamos por 300.000 y creo que las cifras aumentarán porque, una vez que ya están desarrollándose, van comiendo más cada vez más". A su juicio, la excepcionalidad del momento no admite dudas: "Es una situación totalmente excepcional. Es una situación nueva para esta generación de gente que apaga fuego, sobre todo los más jóvenes, no recuerdan