
Los planes israelíes para la toma total de Ciudad de Gaza y la expulsión al sur de la Franja del millón de habitantes que alberga siguen adelante . El ejército israelí ha empezado a contactar por teléfono con médicos y personal de ONG para reclamar que se vayan al sur en previsión del éxodo, según un comunicado.
“Me pongo en contacto con usted en relación con la posibilidad de que el Ejército entre en la ciudad de Gaza. Se producirá una evacuación completa de Gaza hacia el sur de la Franja”, indican las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en estas llamadas.
“Le solicito que prepare un plan para trasladar el equipo médico del norte al sur, de modo que pueda atender a todos los pacientes en el sur de la Franja y preparar los hospitales para recibir a los pacientes que llegan del norte”, se escucha en una supuesta llamada —con la voz distorsionada— entre un oficial israelí y un funcionario de sanidad gazatí.
Los preparativos de los últimos días han supuesto un incremento en los ataques, cuya intensidad se mantuvo el miércoles: al menos 70 gazatíes murieron el miércoles por los ataques israelíes en la Franja, según el informe diario del Ministerio de Sanidad del enclave, que especificó que 18 de las víctimas perdieron la vida mientras buscaban ayuda humanitaria.
Además, 356 personas llegaron heridas el miércoles a los hospitales de la Franja de Gaza, 117 de ellas alcanzadas por disparos mientras trataban de recibir comida en los puntos de reparto de la polémica Fundación Humanitaria para Gaza (GHF son sus siglas en inglés) o en los cruces por donde pasan los pocos camiones de la ONU y otras organizaciones que llegan al enclave.
Israel considera que Ciudad de Gaza, en el tercio de la Franja y ciudad más poblada del enclave, el último bastión del grupo palestino Hamás. La organización denunció en un comunicado que el anuncio de la invasión en el momento en que se negociaba un nuevo alto el fuego demuestra “el desprecio de [Benjamin] Netanyahu [el primer ministro israelí] por la propuesta de los mediadores... y muestra que él es el verdadero obstáculo para cualquier acuerdo”
Las agencias de Naciones Unidas y otras organizaciones humanitarias han alertado de las graves consecuencias del desplazamiento forzoso de cientos de miles de personas hacia las zonas costeras del sur, donde los campamentos de desplazados ya están saturados porque acogen a los habitantes de muchas de las localidades que Israel ha ido ocupando desde el comienzo de la guerra.
Se calcula que casi la totalidad de los más de dos millones de habitantes de Gaza se han visto desplazados una o más veces en este tiempo, y sus casas están destruidas o no pueden volver a ellas porque están en zonas consideradas “de combate” por el Ejército israelí. Las tropas controlan cerca del 75% de la Franja y más del 80% no es accesible para los civiles, que se han visto arrinconados en áreas cada vez más pequeñas en el centro y el sur del enclave costero.
En total, al menos 62.192 gazatíes han muerto y 157.114 han resultado heridos desde el comienzo de la ofensiva israelí tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023.