La violencia se tomó las gradas del Estadio Libertadores de América, de la localidad de Avellaneda, en la provincia de Buenos Aires, a partir de los ataques con piedras y palos entre fanáticos de Universidad de Chile y de Independiente que han dejado cientos de heridos, al menos 10 de ellos graves , y la suspensión del partido de la Copa Sudamericana.
El encuentro de vuelta de los octavos de final entre Independiente y Universidad de Chile f ue suspendido por el árbitro uruguayo Gustavo Tejera en el minuto 48 cuando los equipos empataban 1-1.
De momento, no existen cifras claras de víctimas, que se apuntan numerosas, y tampoco de detenidos, aunque varios medios señalan que son cientos los seguidores de ambos equipos arrestados, de los que unos 300 serían chilenos.
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