La historia de la joven que soñaba con terminar sus estudios y obtener la ciudadanía española se ha convertido en una súplica desesperada por justicia y dignidad. María Camila Mendoza, una colombiana de 21 años que había hecho de Madrid su segundo hogar, murió en circunstancias que hoy su familia describe como confusas y llenas de silencios oficiales. La madrugada del 17 de agosto, tras salir a cenar y compartir con algunos conocidos, fue hallada inconsciente en un apartamento de la capital española. Horas más tarde, su vida se apagó sin que hasta ahora se sepa con certeza qué ocurrió.

La última vez que su madre habló con ella fue a la 1:00 a. m., cuando la joven le envió un mensaje asegurando que pasaría un rato más con sus amigos. Esa conversación se convirtió en un recuerdo doloroso: p

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