Los médicos han advertido a quienes no les gusta el té frío y prefieren beberlo caliente: la temperatura máxima indicada de las bebidas resulta ser mucho menor de lo que se creía.

Científicos han afirmado repetidamente que el hábito de beber bebidas muy calientes, incluidos el té y el café, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de esófago, ya que produce daños periódicos en las células de la membrana mucosa. Debido a las quemaduras constantes, esta barrera natural se debilita.

Como regla general, se recomienda preparar el té verde a una temperatura de entre 70 y 80 grados y el té negro, a 90. Sin embargo, los médicos enfatizan que no se debe ingerir de inmediato, sino dejar que la bebida se enfríe un poco.

¿Qué dice la ciencia?

En 2016, la Agencia Internacional para la Investigac

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