La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revelado en un informe que unos 1.200 millones de menores de entre 0 y 18 años sufren castigos físicos en sus hogares cada año, causando "daños significativos" a la salud y el desarrollo de los niños, aunque esta práctica varía "considerablemente" entre países.

Entre los niños de 2 a 14 años, las tasas de castigo corporal declaradas por los padres y cuidadores en el último mes han oscilado entre el 30 por ciento en Kazajistán y el 32 por ciento en Ucrania, hasta el 63 por ciento en Serbia, el 64 por ciento en Sierra Leona y el 77 por ciento en Togo.

"Existe evidencia científica abrumadora de que el castigo corporal conlleva múltiples riesgos para la salud infantil (...) No ofrece ningún beneficio para el comportamiento, el desarrollo ni e

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