Cuando se trata de limpieza en casa, el baño suele llevarse toda la atención. Sin embargo, hay otro punto que pasa desapercibido y puede albergar más bacterias de las que imaginas: las manijas de las puertas .

Estos elementos que usamos a diario se convierten en un verdadero imán para los gérmenes. Piensa: cada vez que alguien toca una puerta, transfiere microorganismos desde sus manos. Y si consideras que en un hogar las puertas se abren decenas de veces al día, la acumulación es inevitable .

Además, ciertos materiales como el metal y el plástico permiten que las bacterias permanezcan vivas por más tiempo , lo que incrementa el riesgo de contagio de virus y enfermedades.

Las manijas más críticas son las de alto tránsito, como los de la puerta principal, el baño y la cocina, porqu

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