El Racing de Santander sigue preparando su primer desplazamiento de la temporada en LaLiga Hypermotion 2025/26 con la visita al Carlos Belmonte de Albacete el próximo lunes a las 19:30 horas . Tras el arranque triunfal en El Sardinero frente al Castellón (3-1) , el conjunto dirigido por José Alberto afronta la segunda jornada con la confianza reforzada, pero también con la preocupación creciente que generan las bajas y la evidente necesidad de refuerzos en la plantilla.

La sesión del pasado jueves en las Instalaciones Nando Yosu ofreció una radiografía muy clara de la situación actual. En lo positivo, la incorporación al trabajo del primer equipo de dos jóvenes valores del Rayo Cantabria , Samu Calera y Cristian Lagüera . Ambos canteranos completaron la segunda sesión de la semana junto al grupo, confirmando la apuesta del técnico por dar espacio a la base y dotando de aire fresco a unos entrenamientos cada vez más condicionados por la falta de efectivos.

La conexión entre cantera y primer equipo, que tantas veces ha sido el salvavidas del Racing en momentos de dificultad, vuelve a hacerse notar en un contexto donde los recursos parecen limitados.

La otra cara de la moneda es menos alentadora. La ausencia de varios futbolistas importantes fue la nota dominante de la jornada. Asier Villalibre , uno de los grandes protagonistas del estreno liguero con gol incluido, no participó en la sesión, lo que encendió algunas alarmas en el entorno del club.

A su baja se sumaron la de Clément Michelin , que sufre una sobrecarga muscular, y la de Maguette Gueye , en proceso de recuperación de una microrrotura en los isquiotibiales. Tres piezas que, de confirmarse su ausencia en Albacete , limitarían notablemente las opciones del técnico en posiciones clave.

Además, sigue fuera de la dinámica del grupo Juan Carlos Arana , que tras ser operado del quinto metatarsiano encara una larga recuperación. El delantero canario, uno de los máximos goleadores del Racing en las dos últimas campañas, era una pieza esencial para José Alberto , que ahora ve cómo su delantera queda reducida a Villalibre y, de manera más circunstancial, a jugadores de banda reconvertidos en ataque.

El entrenamiento en el campo Santi Gutiérrez Calle , pasado por agua en sus compases finales debido a la lluvia, mostró un césped en perfecto estado, lo que al menos facilitó el trabajo de los que sí pudieron ejercitarse.

Pero más allá de lo físico, la sesión dejó una sensación clara: el Racing afrontará el duelo de Albacete con un plantel mermado y la necesidad urgente de que lleguen refuerzos que aporten profundidad y competitividad a la plantilla.

La afición, que llenó El Sardinero en el debut y volvió a demostrar su fidelidad, empieza a inquietarse. La ilusión por un equipo con pegada, liderado por la magia de Íñigo Vicente y la eficacia de Andrés Martín , convive con el temor a que la falta de recambios pase factura en un calendario largo y exigente.

La presencia de Calera y Lagüera es una buena noticia para la cantera, pero también un síntoma de que José Alberto se ve obligado a mirar hacia abajo para cubrir huecos que deberían resolverse en el mercado.

En el cuerpo técnico confían en recuperar a tiempo a Villalibre y Michelin , dos jugadores fundamentales para el esquema ofensivo y defensivo, respectivamente. Maguette , en cambio, parece tener más difícil llegar a la cita del lunes.

Con el cierre de mercado cada vez más cerca, la semana de trabajo del Racing se convierte en una carrera de fondo no solo para preparar el partido ante el Albacete , sino también para ajustar una plantilla que hoy por hoy se antoja corta.

La dirección deportiva tiene abiertas varias operaciones y Chema Aragón ha reconocido públicamente que el club busca reforzarse «del medio campo hacia arriba» y también «en la línea defensiva».

De momento, el día a día evidencia la necesidad de que esas llegadas se concreten cuanto antes. El lunes, en el Carlos Belmonte , el Racing tendrá la oportunidad de sumar su segundo triunfo consecutivo y afianzar su candidatura a los puestos nobles de la categoría.

Pero para sostener esa ambición, el club sabe que debe actuar rápido: la grada no se conforma con un arranque esperanzador, quiere un proyecto sólido que pelee hasta el final.