La investigación se inició tras la denuncia de la madre de la víctima, quien tomó conocimiento de que circulaban en redes y entre compañeros de colegio fotos adulteradas de su hija, ofrecidas a cambio de dinero. Según se desprende de la pesquisa, un estudiante habría señalado a su propio hermano, de 16 años, como el presunto responsable de la creación de estas imágenes.
Las imágenes falsas impactaron gravemente en la vida de la adolescente, generándole secuelas psicológicas y propagándose entre estudiantes de la institución educativa a la que asisten tanto la víctima como el supuesto autor.
El operativo
La División Ciberdelitos contra la Niñez y Adolescencia, dependiente del Departamento Cibercrimen llevó adelante las tareas investigativas, bajo la dirección del Equipo Fiscal Nº 13 a ca